Una mujer australiana enraizada en Inglaterra fue la creadora
del personaje de Mary Poppins, la niñera mágica.
Veinte años tardó Walt Disney en convencer a Pamela Travers
de que le vendiera los derechos de la obra para hacer una película.
Cuando finalmente los consiguió, hizo, ante el espanto de la
posesiva autora, un delicioso musical en
el que incluyó algunos dibujos animados.
El éxito de la película fue extraordinario, y en parte se
debe al rostro encantador de Julie Andrews y al histrionismo de Dyc van Dyke.
En la reciente película “Saving Mr.Banks” se cuenta el difícil
making off del guión.Parece que la Travers quería rendir homenaje al recuerdo
ambivalente que tenía de su padre, encantador e irresponsable a la vez.
Walt Disney, que también tenía cuentas que saldar con su
propio padre, intentó dar al personaje de Mr.Banks un final amable.
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