En el año 2003 se publicó un libro de Poemas titulado
Tríptico romano, cuyo autor era nada menos que el Papa Juan Pablo II, Karol
Wojtyla.
Es un libro breve, profundo y bello. Me gusta especialmente
el largo poema dedicado a la Capilla Sixtina. Allí, los frescos de Miguel Angel
fueron testigos de su elección como Romano Pontífice, y sirven de motivo para
una profunda reflexión acerca de la condición humana. Ser creados, es el
principio. Ser juzgados, el final.
El Papa dialoga con el pintor:
¿Por qué precisamente
se dijo este día:
“Y vio Dios todo lo que
había hecho, y he aquí que era muy bueno”
¿No lo niegan los
hechos?
¡Por ejemplo el siglo
XX!
¡Y no solo el XX!
No obstante, ningún
siglo puede ocultar la verdad,
De la imagen y
semejanza…
Esta es la radical esperanza cristiana. Nada, nunca, podrá
ocultar que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, suma bondad.
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