jueves, 27 de febrero de 2014

FIESTA


 

La fiesta, toda fiesta, es el resplandor alegre de un hecho que merece ser celebrado. Lo que importa no es el cómo de la fiesta, sino el QUÉ se celebra.

Cuanto más importante y verdadero es el hecho, más solemne y real es la fiesta.

Actualmente, en esta sociedad  de apariencias, la fiesta se desliga de su causa. Se festeja artificialmente. Pues con frecuencia no hay nada que celebrar. Por eso muchas fiestas resultan vacías, carentes de sentido, carentes de alegría.

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