Esta maravillosa balada
escocesa da título a una película que nos muestra a un político honrado.
El parlamentario Wilbeforce, presenta año tras año, derrota tras derrota, una moción
que le cuesta la salud y la vida: la abolición del tráfico y comercio de
esclavos, lucrativo negocio de muchos de sus colegas de Parlamento.
¡Oh asombrosa gracia! Yo antes
era ciego, y ahora veo!.
Algún día dirán estas palabras
los que ahora defienden como un derecho la muerte de un niño en el claustro materno.
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