La versión de "Mucho ruido y pocas
nueces "de Kenneth Braghan y Emma Thompson se rodó en 1992 en la Toscana. Resultó
un filme de una belleza visual y sonora extraordinarias. En él todo es vibrante
y joven, empezando por el sol y el
paisaje, y siguiendo por los jardines, la música, el movimiento, la tensión amorosa y festiva, el duelo de ingenios…
Todo funciona como un reloj,
incluyendo unos actores en estado de gracia, dirigidos con un ritmo alegre,
entusiasta, lleno del gozo de vivir.
Y para que sea completa, la
muerte acecha en el Paraíso- et in Arcadia ego- sólo por un momento, porque esto
es la tierra y Shakespeare lo sabe.
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