En esta encantadora película
francesa se muestra el profundo poder de curación y elevación que tiene el
canto. Cantar es para esos niños la única experiencia profunda de libertad.Y
esto lo logra un compositor mediocre, un modesto profesor- un simple vigilante-
sometido a los caprichos de un superior tiránico.
Las voces blancas tienen siempre
un recuerdo de inocencia, una conmovedora apelación a la bondad, a la paz, al
entendimiento.
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